Siento que sólo una vez he estado donde se debe estar. Pero en el momento y en el lugar preciso, con la cabeza y el cuerpo en el mismo lugar, y que ese sea el lugar preciso donde debería haber estado. Y es bacán. Yo creo que eso se siente ser feliz, pero feliz de verdad, no una cosa superficial, sino que del alma (dale color). Donde no podríai pedir nada más.
Y ese momento fue comiendo pizza y viendo la película más mala del universo, un día de diciembre, matada de calor. Lo que son las cosas.
Aunque después hubieron hartos momentos pencas, volvería a hacerlo todo de nuevo, sólo por volver a tener ese breve lapso de tiempo, donde por una vez, realmente estaba donde debía estar, y me gustaba. No me daba lo mismo, como la mayoría de las cosas.
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