Hay veces que uno se anda quejando por puras weas. Me quejo de que no me queda plata en la cuenta, de que no tengo más zapatillas, de que no tengo un auto.
Pero me siento tan weona y avergonzada de hacerlo.
Hay personas que a mi misma edad tienen problemas de verdad y ni un tercio de la ayuda y el apoyo con el que yo cuento.
Que subjetivo y egoista es el mundo.
Que asquerosa es la vida, y yo también que me ando quejando y nunca estoy conforme y me cargaría estarlo, que soy infeliz tanto para hacer lo contrario.
Parece que se me han ido las prioridades un poco. Se me están olvidando las cosas importantes.
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