A mi, por ejemplo, me cuesta demasiado elegir, lo que sea que se tenga que elegir, me cuesta mucho. Porque elegir también significa renunciar, y me cuesta renunciar a algo, porque me queda la impresión de que después lo podría querer... pero antes no era así, se me pego de otra persona, así de permeable!
Elegía siempre y después me reprochaban que había sido mi elección y que había sido la equivocada...
Pero hay decisiones que son peores que otras, esas elecciones que son tirarse a la piscina, en donde uno si bien lo intenta, lo que es mi ley.. el intentar.... a veces el intento es una elección demasiado grande...e implica el todo o nada.
Uno esta en el medio, en una posición que quizás no le gusta mucho, pero que tampoco le disgusta... y tener que elegir, tener que optar, a veces implica o el todo, y es ganar.. o el nada, que es perder... y a veces es mejor tener un poco a tener nada, pero otras veces una necesita y sabe que tiene que tenerlo todo, y ahí quedar en la nada mal...
Las menos veces, tomar estas decisiones de todo-o-nada te dejan en el todo...
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