Aunque me digan que estoy loca, estoy más cuerda que todos los demás. Porque por lo menos yo hago lo que quiero y me siento feliz. No de la manera efimera sino que de la manera profunda.
Pobres los que trabajan en weas que no les gustan, que estan con gente que no les agrada. Que pena por los que creen que las lucas valen más que la felicidad, o peor aún, que creen que unos pesos la pueden comprar.
La verdadera felicidad está dentro de las personas. La verdadera felicidad, para mí, es tener la serenidad de poder estar conmigo misma y sentirme tranquila. No necesito nada ni a nadie.