Datos personales

Mi foto
Santiago
amargada crónica

viernes, 15 de junio de 2012

ZOMBIES

El síndrome de Cotard, también llamado delirio de negación o delirio nihilista, es una enfermedad mental relacionada con la hipocondría. El afectado por el síndrome de Cotard cree haber fallecido, sufrir putrefacción de los órganos o simplemente no existir. En algunos casos el paciente se cree incapaz de morir.
Cotard describió el caso de una paciente -a la que dio el apodo de Mademoiselle X-, que negaba la existencia de Dios y el diablo, así como de diversas partes de su cuerpo y de la necesidad de nutrirse. Más adelante, creía que estaba eternamente condenada y que ya no podría morir de una muerte natural.
Los pacientes llegan a creer que sus órganos internos han paralizado toda función, que sus intestinos no funcionan, que su corazón no late e incluso que se están pudriendo, llegando a presentar algunas alucinaciones olfativas que confirman su delirio. En sus formas más complejas el paciente llega a defender la idea de que en realidad él mismo está muerto e incluso que han fallecido personas allegadas a él. Junto con esta creencia de muerte el paciente mantiene una idea de inmortalidad, como si se hubiera convertido en un "alma en pena". Aunque es un delirio típico de las depresiones más graves (psicóticas o delirantes) se puede ver en otras enfermedades mentales severas (demencia con síntomas psicóticos, esquizofrenia, psicosis debidas a enfermedades médicas o a tóxicos).
Young y Leafhead describen un caso moderno de síndrome de Cotard en un paciente que sufrió daños cerebrales debido a un accidente de motocicleta: "Los síntomas [del paciente] se dieron en el contexto de sensaciones más generales de irrealidad y de estar muerto. En enero de 1990, después de recibir el alta en el hospital de Edimburgo, su madre lo llevó a Sudáfrica. Estaba convencido de que había sido llevado al infierno (lo que se confirmaba por el calor), y que había muerto de septicemia (que había sido un riesgo al principio de su recuperación), o quizá de sida (había leído una historia en The Scotsman acerca de alguien aquejado de sida que había muerto de septicemia), o de una sobredosis de una inyección contra la fiebre amarilla. Pensaba que se habían «apropiado del espíritu de mi madre para mostrarme el infierno», y que seguía dormido en Escocia.
CASO CLÍNICO II: Mujer, 43 años.
(...) Después aparecieron las ideas suicidas, hubo varios intentos de suicidio (cortes superficiales en las muñecas). Al parecer al darse cuenta no era capaz de suicidarse aparecieron otros síntomas.
Laura comenta: “El 20 de febrero vi que salía un humo por mi boca, al día siguiente me miré al espejo y mis ojos habían cambiado, no tenían vida. Me di cuenta que ese humo que salía por mi boca era mi alma saliendo de mi cuerpo”.
A partir de ese momento, Laura tenía la creencia de ser una muerta viviente,se veía como una zombie. Laura pensaba que sentirse así era un castigo divino por haber intentado suicidarse. Laura comenzó a desarrollar alucinaciones olfativas, decía su cuerpo se estaba pudriendo y ella lo olía. Decía sentir un cosquilleo bajo la piel como si los gusanos la estuvieran devorando.
Al ser consciente de que estaba muerta dejo de comer, porque decía que “los muertos no comen”, esto provocó un drástico descenso de peso. Se le realizaron estudios de neuroimagen para detectar si había algún problema cerebral, pero todos dieron negativos.
A ser un caso extraño y no haber muchos casos descritos en en mundo no se sabía bien que tratamiento ponerle a la paciente. Algo había que hacer, el descenso de peso era preocupante. Se comienza a tratar a Laura con distintos medicamentos antipsicóticos (como Prozac , flouxetina) (esos no son antipsicóticos, son antidepresivos y son lo mismo).


No hay comentarios:

Publicar un comentario