Me quiero cortar el pelo y me lo quiero teñir también. Y operarme la nariz y hacerla más grande, y ponerme un par de pechugas nuevas, sacarme todo lo que sobra, y ponerme lentes de contacto, tacos de 15 cm y un vestido bien apretado y una cartera bien fea, y una chaqueta encima y salir por Santiago y creerme la más bacan. Entrar a algún bar donde no entre cualquiera, solo las con más pinta de zorra y dejar que algún hombre, no me importa si es mayor, me regale un par de tragos y me diga lo bonita que soy y lo inteligente que nunca había conocido a alguien como yo. Y después voy a llegar a mi casa todas las noches pensando que soy la reina del mundo pero sabiendo en el fondo que soy como una mini prostituta encubieta, que mi vida no tiene sentido y que me quiero absolutamente nada a mi misma.