Yo creo que estar con alguien, enamorarse de alguien, amar a alguien, es una elección.

Antes pensaba que eran cosas que pasaban no más. Uno andaba pasivo por la vida y te pasaba que te enamorabay y amabay a alguien y cagaste no más. Es lo que te tocó. Una visión bien simplista.

Ahora pienso diferente. Y es que no sé porque ultimamente el emparejarse se volvió un tema inoportuno. Es como tener hijos, como comprar un departamento, como que uno cree que nunca es buen tiempo, nunca se está lo suficientemente listo pero es al final un salto de fe no más, un arriesgarse. Uno puede elegir si quiere correr ese riesgo y con quien quiere correrlo, a quien va a elegir para pasar los sinsabores que eso acarrea.
Porque es super fácil estar bien cuando todo esta bien, es super fácil entender, aceptar, querer y amar a alguien cuando las cosas están bien. Pero la elección implica que cuando no todo este tan bien, cuando existan roces o problemas, uno sabe que esa persona va a resistir, que va a saber sobrellevarlo lo que lo va a convertir en una persona más de verdad y en una relación más de verdad.

No espero que todos los días sean de sol. No espero que todos los días el pasto este super verde y que en la radio suenen todas las canciones que me gustan. Pero espero que la persona que yo elegí este ahí y se la banque conmigo y que haga que esos días nublados, sean menos fríos, que cante conmigo las canciones que no me gustan.

No le di al clavo con la idea que quería escribir.