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Santiago
amargada crónica

domingo, 22 de junio de 2014

nunca he sido de las psicólogas que analizan a la gente, y me he jactado de aquello largamente.
Miles de veces la misma pregunta ¿Me estás analizando? y miles de respuestas:
- no, no podrías pagarlo.
- usualmente tengo mejores cosas que hacer
- a veces lo hago, pero con los que me parecen interesantes
- solo analizo lo que tiene vuelta
y así miles de respuestas más... y aun cuando me insisten.."pero, acaso puedes evitarlo?
OBVIO.
A menos claro, que tenga un psicótico al frente.
y ahí a veces doy un ejemplo de cuando y bajo que condiciones, sería inevitable.
Lo que sí, es que en ocasiones me pongo a pensar e hilar cabos y salen cosas... pero eso no lo digo, y si lo digo, lo digo años después.
Esta claro que mi diagnostico personal lo tengo hecho hace un par de meses... hasta que algo me desestabiliza y lo cambio... pero casi siempre vuelve al mismo. pero obvio que no lo voy a escribir acá.
El problema viene, cuando me encuentro con un personaje digno de analizar y ahí, los cabos se comienzan a atar solos, y no puedo evitarlo, y es como cuando aparece el psicótico y ya no puedes evitar verlo. Pero más enigmático porque no logro desenredar algo y tampoco tengo la confianza para diseccionar a esta persona y meterme en cada cubito de psique que le desmembre, y ahí la intriga de intentar buscar... porque esto de ser medio obsesivo y de necesitar ordenar el mundo en sus cajones correspondientes.

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