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Santiago
amargada crónica

miércoles, 13 de junio de 2012

OJO

No es difusión de identidad esto. OJO.
¿Dónde termino yo y dónde empieza el otro?
El límite físico es el límite por principio pero es realmente el límite real?
Algo quiero escribir y no sé como chucha ordenarlo.
En tanto yo me meto en la mente del otro y el otro se mete en la mente de uno.
En el campo de lo perlocutivo afecto al otro a través de un acto de habla, que si bien es mío...cae al campo del otro. Hasta dónde mis palabras son mías si están modificando de manera constante tanto mi mundo como el del otro?
Sé que la respuesta me la sé, solo que no la puedo recordar.
Ya no puedo darle giro a las reflexiones y se enfrascan en trampas lógicas horribles. Que atroz es dejar de pensar, peor aún es olvidarlo como hacerlo.

Me voy a ir a suicidar. Me aburri.
PD: si me muero, haganme una animita bonita. como yo no más.

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